Día mundial contra el acoso escolar
02 de mayo de 2018
Secretaría General
Educación y Formación Profesional
Uno de los grandes problemas que sufren los estudiantes en el aula es el acoso y violencia escolar, conocido de manera popular como bullying. Es un fenómeno común que no pocos han sufrido a lo largo de la infancia y deja unas profundas consecuencias …
Uno de los grandes problemas que sufren los estudiantes en el aula es el acoso y violencia escolar, conocido de manera popular como bullying. Es un fenómeno común que no pocos han sufrido a lo largo de la infancia y deja unas profundas consecuencias que pueden afectar en su dia a dia y en su futuro.
Ya sea de manera física como psicológica, miles de alumnos se exponen a diario a diferentes tipos de maltrato a personas por una determinada apariencia física o por su condición socioeconómico o sexual. Una burla cruel, un apodo denigrante, un insulto que se repite en redes sociales, un empujón cada vez que sales al patio… Son solo ejemplos de la violencia que ocurre en el entorno escolar a través de actitudes como la exclusión, la discriminación, la homofobia, la intimidación, las amenazas, la agresión física y la violencia sexual. El acoso tiene efectos negativos a todos los niveles: en la salud física, en el bienestar emocional, en la relación los sus compañeros y con los padres, en el rendimiento académico, etc. Al final, el bullying influye en el clima escolar de los centros escolares y dificulta el normal funcionamiento de las escuelas.
Este día 2 de mayo, se celebra el Día Mundial contra el Acoso Escolar, para recordar y concienciar sobre este grave problema. Ser testigo de situaciones de bullying sin defender al acosado nos convierte en acosadores. Por lo tanto, la responsabilidad de detener este fenómeno recae en toda el conjunto de la comunidad educativa, desde padres a alumnos, desde profesores a responsables políticos, para terminar con el acoso escolar. De igual manera, es una responsabilidad de todos la de orientar adecuadamente a los agresores que como menores, también son sujetos de protección.
La OEI, como organismo comprometido con la educación, impulsa acciones que contribuyen a la prevención de situaciones de acoso escolar en las escuelas y en la creación de un clima escolar para convertir a las escuelas en el entorno seguro que deben ser. La educación en valores debe estar presente en todas las acciones para educar a los jóvenes en la diversidad. Es necesario que los alumnos no sólo reciban clases teóricas de educación cívica, sino también que vivan en ambientes plurales e inclusivos, en los que se fomente la participación en el centro para propiciar una escuela en la que los alumnos puedan vivir juntos y sean tolerantes y solidarios. La convivencia de jóvenes de diferentes orígenes y condiciones en escuelas inclusivas permite el enriquecimiento personal de todos y favorece a una cultura de paz y tolerancia. Una experiencia que cabe mencionar es el proyecto Transformación del entorno escolar para el desarrollo integral y la promoción de la paz, un proyecto de alcance regional que comenzó como piloto en 2016 en El Salvador y, a lo largo de 2017, ha ido sumando a otros países. Dirigido a la totalidad de la comunidad escolar, Transformación del entorno escolar pretende fortalecer el desarrollo integral de las personas para una convivencia en armonía entre familias y miembros de la comunidad basada en la promoción, la defensa y el respeto a los Derechos Humanos, para avanzar en ambientes inclusivos y seguros en la consolidación de la democracia y el logro de la paz.[1].
En definitiva, acciones como la anterior son necesarias para acabar con este grave problema que dificulta el derecho a una educación inclusiva y de calidad para todos.