Las industrias culturales y creativas en Iberoamérica, un pilar fundamental en el desarrollo sostenible de la región
Este año ha sido designado por la Unesco como el Año Internacional de la Economía Creativa para el Desarrollo Sostenible, un sector que en Iberoamérica se ha visto afectado considerablemente por la pandemia en áreas como el patrimonio, las artes escénicas y la formación artística. Su recuperación se torna urgente, ya que representa entre el 2 y 4% del PIB en la economía de la región.
Con la parálisis que sufrió la cultura a partir de la incidencia de la pandemia de COVID-19 en todo el mundo, es innegable que este sector ha sido uno de los más golpeados por la crisis suscitada, siendo Iberoamérica una de las regiones donde más se han sentido sus efectos adversos. Cifras del reciente estudio Evaluación del impacto del COVID-19 en las industrias culturales y creativas: una iniciativa conjunta del MERCOSUR, UNESCO, BID, SEGIB y OEI demuestran que la creación de valor económico del sector cultural iberoamericano ha registrado una caída del 13,75% en el segundo semestre de 2020 en comparación al mismo período del año anterior. Por ello, la declaración del 2021 como el Año Internacional de la Economía Creativa para el Desarrollo Sostenible cobra aún más relevancia en un momento en el que es indispensable el impulso de actividades que pongan a la cultura en el centro como elemento indispensable del aparato productivo de Iberoamérica, toda vez que este sector representa alrededor de 2 millones de empleos en la región.
En ese sentido, la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) resalta el valor de la Economía Creativa como un activo de gran importancia en el desarrollo socioeconómico de Iberoamérica, teniendo en cuenta su amplio acervo cultural a partir de su característica diversidad cultural. En consecuencia, uno de los objetivos de la OEI, a través de su Dirección General de Cultura, es facilitar espacios de generación de conocimiento alrededor de las políticas públicas de apoyo a las industrias culturales y creativas en la región, así como promocionar propuestas de formación y capacitación de gestores culturales y profesionales del ecosistema cultural, desarrolladas con aliados institucionales, y que cuenten con contenidos programáticos de interés y en línea con las nuevas tendencias en gestión cultural.
Frente a los desafíos que supone la superación de la crisis en el sector cultural, en especial en la economía creativa, la OEI pone su mirada en la realización de una serie de iniciativas que, desde un enfoque que armonice el derecho a la cultura y a la participación en la vida cultural, con otros derechos como el derecho de propiedad intelectual, contribuyan con la dinamización de la cultura de la región.
Destaca así la implementación de la Cátedra Iberoamericana de Cultura Digital y Propiedad Intelectual, desarrollada en conjunto con la Universidad de Alicante, desde la cual se ofrecen ayudas para movilidades que apunten a la realización de estudios de postgrado, estancias de investigación y seminarios de formación sobre cultura digital y propiedad intelectual. La cátedra tiene por objetivo promover el intercambio de buenas prácticas, así como la investigación y la transferencia de conocimiento en materia de derechos de autor, propiedad intelectual, nuevas tendencias en materia de cultura digital, entre otros temas relacionados.
Asimismo, desde la OEI en Ecuador se está organizando el I Encuentro de Políticas y Economía de la Cultura que tendrá lugar del 21 al 25 de junio próximo en ese país y que se coordina en alianza con la Universidad de las Artes; un encuentro que busca ser pionero en la región para analizar y reflexionar sobre el fortalecimiento de las políticas públicas para la reactivación del sector cultural en Iberoamérica.
La cultura como eje de desarrollo sostenible, prioridad de la OEI
En el Programa-Presupuesto de la OEI, que fija la hoja de ruta de la organización para los dos próximos años, el fomento a las industrias culturales y creativas se presentan como una línea estratégica, en donde el fortalecimiento de las capacidades de los agentes culturales resulta primordial al ser consideradas como un instrumento de transformación social en la región, desde un enfoque de derechos.
También, la recopilación de información veraz y actualizada sobre el estado del sector en Iberoamérica representa una línea de acción en este programa. En ese sentido, para la organización es fundamental la conformación de sistemas de información, así como el desarrollo de estadísticas e investigaciones sobre los fenómenos culturales que permitan evidenciar sus distintas manifestaciones, y con ello, contribuir al diseño de políticas innovadoras en los países de la región, incorporando a la cultura como un eje estratégico para alcanzar un verdadero desarrollo sostenible.