Premio en Derechos Humanos
La Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) y su Instituto Iberoamericano de Educación en Derechos Humanos, con la colaboración de la Fundación SM crearon en 2015 el Premio Iberoamericano de Educación en Derechos Humanos Óscar Arnulfo Romero, Santo, Obispo y Mártir para fomentar la toma de conciencia sobre la educación en valores y en derechos humanos en Iberoamérica.
El nombre del premio tiene como fin destacar la labor de Óscar Arnulfo Romero, como Monseñor Romero, en la defensa de los derechos humanos, especialmente entre aquellos colectivos más vulnerables, y para vincularlo a acciones reales en defensa de los derechos humanos como hizo a lo largo de su vida Monseñor Romero.
El objeto del premio es reconocer el trabajo de instituciones educativas y de la sociedad civil que actúan de forma ejemplar en la defensa y promoción de los derechos humanos a través de la educación.

Las convocatorias han estado dirigidas a instituciones que han trabajado activamente en la defensa y promoción de los derechos humanos, a través de la educación y la pedagogía. El premio tiene dos categorías:
Categoría A
Centros escolares / educativos de educación formal (entre 3 y 18 años).
Categoría B
Organizaciones de la sociedad civil vinculadas con el trabajo de educación no formal (ONGs, asociaciones, fundaciones, etc.)
FASES DEL PREMIO: NACIONAL E IBEROAMERICANA
El concurso consta de dos fases:
Fase nacional: laprimera fase del premio consistirá en una convocatoria nacional que reconoce el trabajo de instituciones que trabajen activamente en la defensa y promoción de los derechos humanos.
Fase iberoamericana: las experiencias ganadoras por categoría, a nivel nacional, participan en la convocatoria iberoamericana y asisten al Seminario Internacional sobre Educación en Derechos Humanos de cada edición.
El Premio Iberoamericano de Educación en Derechos Humanos ‘Óscar Arnulfo Romero’ se entrega cada dos años en honor a San Óscar Romero, sacerdote salvadoreño, asesinado el 24 de marzo de 1980 mientras oficiaba una misa, y canonizado por la Iglesia Católica en 2018. Es recordado en toda la región como un firme defensor de los derechos humanos.
El premio ha contado con proyectos ganadores de Brasil, Colombia, Perú, El Salvador, México, Guatemala y Puerto Rico, y ha recibido hasta la fecha más de 1.500 candidaturas provenientes de todos los países del espacio iberoamericano. En su última edición, los ganadores procedieron de Chile, España, Bolivia y República Dominicana.